PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Honorable Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión al conmemorarse el Día Nacional de los Valores Humanos, el 29 de julio.
Daniel Raúl Pérsico
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente
En pleno siglo XXl nos encontramos viviendo en una Sociedad donde las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales transcurren aceleradamente, como resultado de los avances tecnológicos y la promoción del mercado, donde lo mas importante es estimado bajo la perspectiva de la competitividad, la eficiencia, la eficacia, la rentabilidad y la economicidad, en detrimento de las relaciones humanas, consolidándose una nueva jerarquía de valores que se basa más en un bienestar material individual y donde se relega la dignidad de la persona.
Es importante y necesario recuperar y ahondar en la noción de los valores humanos, entendiendo que son privativos de la condición humana y perfeccionan al hombre en lo más íntimamente humano, con mayor calidad como persona. Mucho se ha escrito sobre los valores, desde las diferentes concepciones filosóficas, psicológicas y ha ido evolucionando desde lo subjetivo hasta lo objetivo del concepto, integrando y consolidándolo ambos aspectos.
En nuestra Sociedad los valores morales enuncian una significación social positiva de un hecho, de un acto de conducta, en forma de principio, norma o representación del bien, poseen un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia que regula y orienta la actitud del hombre hacia el progreso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano.
Los valores determinan las normas morales, es decir que los valores establecen un modelo de conducta aceptable en una sociedad y para garantizar que este modelo sea observado por los miembros de esa sociedad se expresan las normas que regulan la conducta de los hombres.
En resumen entendemos que los valores son un conjunto de creencias que nos dictan la forma de conducta más aceptada socialmente.
En el desarrollo de las personas es fundamental el papel trascendental que tiene la Familia en la enseñanza de los valores morales como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el honor, el amor, el compromiso, la decencia, el trabajo, la responsabilidad, la solidaridad, y otros tantos que son los cimientos que forman la personalidad de los futuras generaciones .
En la transmisión de los valores de una generación a otra es fundamental la calidad de los vínculos que se establecen con las personas significativas en la vida, como los padres, hermanos, parientes y luego los amigos y maestros. Es necesario que el modelo y ejemplo que brindan los adultos a los niños deba ser coherente y condecir entre lo que se dice y lo que se hace.
Además otro factor importante es la comunicación en la familia que luego permitirá al niño poder tener una comunicación directa en su espacio social y aprenderá a tomar decisiones y aportara en su entorno familiar y social. Consecuentemente le ayudarán a incluirse efectivamente en la vida social. De este modo la familia contribuye a formar personas para el bien de la sociedad.
Asimismo en el área social, donde las relaciones humanas se han extendido al conjunto de la comunidad con la que interactuamos, la persona buscará ir más allá de "su libertad", "su comodidad o bienestar" y se transformaran estos valores en solidaridad, honestidad, libertad de otros, la búsqueda de la paz, entre otros.
Así como hemos mencionado que la familia es el primer núcleo social donde se forma y se transmite los valores humanos que son relevantes para tener una sociedad justa, equitativa, libre y solidaria donde todos podamos desarrollarnos, también es imprescindible y fundamental la tarea que se desarrolla en las Instituciones Educativas priorizando el desarrollo de las formaciones morales a través del proceso educativo, pues no se forma automáticamente, sino mediante un sistema organizado de influencias. Nuestro sistema Educativo debe formar y preparar a niños, jóvenes y adultos con un pensamiento critico, reflexivo, creativo y solidario, con la capacidad de elaborar criterios, juicios con sentimientos que permitan sensibilizarse con el prójimo, para que pueda tomar decisiones justas y atinadas, hay que educarlo en una cultura de valores, que le permitan situarse en el contexto social e histórico de su devenir, más allá de lo puramente material o inmediato de las circunstancias de la vida.
Las políticas educacionales del país están enfocadas al pleno desarrollo y crecimiento integral de la sociedad en su conjunto, y deben ser acompañadas paralelamente con la misma responsabilidad por la gente, por las instituciones, y por cada sector social que integran la comunidad, teniendo como propósito social, en los momentos actuales, la formación de valores, riqueza legada por los pueblos, a través de las tradiciones patrióticas, culturales y familiares, que nos engrandecen como Nación.
Este siglo nos deja inmersos en la posmodernidad, que ha traído consigo la cultura del placer, la omnipotencia, el menor esfuerzo, la gratificación inmediata y, el no ser capaz de considerar al otro, creando nuevos valores como el hedonismo, egoísmo, ausencia de sentido, individualismo, agresividad, competencia, entre otros. Muchas veces el comportamiento de la sociedad indica que se están dejando de asumir los valores morales, y en cambio se introyectan otros que podemos llamar antivalores, o disvalores lo cual mina o denigra las relaciones humanas. Las causas pueden ser diversas y combinadas, como: el egoísmo excesivo, la influencia de algunos medios de información, conflictos familiares, padres irresponsables en la crianza de sus hijos, presiones económicas, pobreza, y otras transformaciones sociales que inciden en su manifestación.
Pero tengo la firme convicción y seguridad que la formación familiar y educacional debe ser el medio que conduzca al progreso y a la armonía de toda la nación, teniendo en cuenta que no solo debemos trabajar en la formación de los valores en las instituciones educacionales sino también en los diferentes centros laborales de la producción y los servicios para fomentar nuevamente el país pujante y con desarrollo humano y social que queremos todos los argentinos. Por todo lo antedicho es que pido a mis pares que me acompañen en este Proyecto.
Daniel Raúl Pérsico
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