Respuesta de Norma Morandini

Estimados amigos: Forzada más por las informaciones que desde hace una semana vienen publicando los diarios, especialmente la prensa nacional, sobre mi futuro encuadre político dentro de la nueva Cámara de Diputados, y sin que nadie me haya consultado es que me siento en la obligación de informar al respecto.
Fui elegida como independiente dentro del espacio político del Frente Nuevo y creo haber honrado mis compromisos: desde aquel verano de 2005, cuando recién asumida, anticipé públicamente mi oposición a la reforma del Consejo de la Magistratura entendí que mi mejor forma de colaborar era mantenerme fiel a mis promesas de trabajar en favor de la ciudadanía y la postergada democratización de nuestro país, sin caer en la tentación del pragmatismo que se apropió de la política y con el que se suelen justificar las medidas reñidas con la institucionalidad democrática y que explican el debilitamiento del Congreso, en beneficio del creciente aumento del poder del Ejecutivo. Si mis votaciones son el mejor ejemplo, he dado, también, amplia prueba de independencia en mis pronunciamientos en el recinto, mi trabajo en las Comisiones y en los artículos de opinión publicados en la prensa. Una independencia por la que jamás nadie me reclamó. Siempre le agradeceré a Luis Juez que haya pensado que podía representar a los cordobeses, y debo reconocer que jamás me pidió cuentas sobre mis acciones y decisiones políticas. Y si fueron igualmente respetuosos mis compañeros de bancada con mis votaciones, también fui cuidadosa en no agrandar esas diferencias para evitar las represalias contra la gestión de Juez. Esa odiosa práctica de cambiar votos por obras o partidas presupuestarias y que lejos de hacer de la política lo que es, negociación y diálogo, entre nosotros no parece salir del estadio del trueque.
Luego, las bochornosas elecciones del 2 de septiembre me confirmaron lo que advierto como el mejor rasgo cordobés con el que me reconozco, la rebeldía y el orgullo.
La decisión de Juez de no ampliar la bancada del Partido Nuevo en el Congreso, me dejó en libertad para hacer un paso al costado y formar un bloque personal para que mis votaciones, acciones o declaraciones sólo afecten a mi conciencia. Para que nadie tenga que dar cuenta de mis actos, a no ser mi propia responsabilidad. De modo que no dejo un espacio político por el que fui elegida por el oportunismo de irme a recibir las ventajas del poder, lo que vulgarmente se califica como “borocotización”. Solo reafirmo mi independencia para poder votar según mis convicciones y no las conveniencias o las necesidades del poder. Ese fue mi compromiso con los cordobeses, que reitero en la mitad de mi mandato.


Norma Morandini