Carta Abierta a los Compañeros/as de Carta Abierta

Carta Abierta a los Compañeros/as de Carta Abierta

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- Opinión -
Carta Abierta a los Compañeros y Compañeras de Carta Abierta.
Leyendo la nota de opinión en el diario Página 12 escrita por el compañero Ricardo Forster, tuvimos la necesidad de acercarles a él y al colectivo que integra -por los que tenemos un profundo respeto político e intelectual- algunas reflexiones que llegan de nuestra propia experiencia.La principal motivación nos surge de la “persistencia de diversas memorias, memorias de la igualdad de la distribución mas equitativa de la riqueza en tiempos del primer peronismo; memoria de los dolores, de los muertos insepultos, de una justicia todavía injusta; memorias políticas que hunden sus raíces en el lejano siglo XIX y que se proyectaron durante los 200 años de vida independiente que estamos a punto de celebrar” (Forster Nota Página 12, 27/12/08). Y también las memorias de las luchas populares persistentes y perseverantes a lo largo de estos dos siglos, tantas veces devenidas en proyectos políticos nacionales y populares truncados por traiciones, limitaciones, y/o gruesos errores de nuestros dirigentes, que algunas veces no pudieron y otras no quisieron, canalizar en propuestas mas radicales, las inagotables energías que en poderosas erupciones una y otra vez emergieron desde el subsuelo de la Patria.Este 2008 fue efectivamente un año extraordinario, en el que los límites de la conducción del proyecto nacional inaugurado el 25 de mayo de 2003, hasta aquí desdibujados por las sombras de un contexto internacional y nacional favorables, aparecieron recortados con nitidez sobre la pantalla de fondo que pusieron en el escenario político nacional, las poderosas minorías que desde siempre actuaron como dueñas excluyentes del país, y esperaban agazapadas su mejor momento.Atravesamos cuatro meses de una confrontación que aunque pudiera ser impredecible en que lugar, fecha y hora se produciría, qué formato adquiría, cual sería el motivo o el pretexto, era inevitable que llegara, indefectible que fuera durísima, imaginable que nos involucraría a todos y todas los que apostamos a la convocatoria del kirchnerismo de mayo de 2003. Si realmente entendemos el proyecto nacional como un proceso que debe ir profundizándose en dirección de alcanzar una distribución mas equitativa que permita vivir con dignidad a cuarenta millones de argentinos, tener una justicia que termine con la impunidad, un sistema democrático que promueva la participación de las mayorías en las decisiones trascendentales del país con independencia de todo poder extranjero, teníamos el deber de ser concientes, (sobre todo la conducción del proyecto nacional), que los que durante 200 años construyeron una Argentina desigual, basada en estructuras injustas y deformadas e instalaron el modelo neoliberal en los 90, nos darían batalla y debíamos prepararnos para ello. Prepararnos, significaba organizarnos, romper con las corporaciones políticas que sirvieron de andamiaje a la traición menemista y su continuidad en la Alianza, alertar sobre la existencia de conspiradores disfrazados de demócratas en ciertas representaciones sectoriales, mantener la movilización popular como único reaseguro de continuidad y profundización, y promover la construcción de nuevas representaciones políticas y sociales. Lejos de esto, desde nuestro propio gobierno se evitaron la movilización y las construcciones alternativas, se apostó a dudosos acuerdos con los multimedios, y se entró en la espiral de correrse a la derecha incorporando a notorios duhalistas y menemistas con el argumento de restarle base aun rearmado por derecha. Esta combinación de debilidades explotó en el momento de la confrontación por las retenciones. Debilidades evitables construidas por la conducción kirchnerista y reafirmadas en el tiempo posterior. No es serio denostar a Cleto Cobos y sentarse con Reuteman y Schiareti. No son creíbles los mejores argumentos y el mejor discurso para enfrentar la crisis económica internacional, con la intención de darle continuidad al desarrollo del modelo nacional, si Aldo rico es parte de la dirigencia política que lo sostiene.Compañeros y compañeras de Carta Abierta: Compartimos aquellos duros meses de lucha defendiendo el proyecto de las retenciones móviles. No nos cabe duda que Carta Abierta “…Lejos del consignismo y de las frases altisonantes prefirió horadar el sentido común poniendo en debate la constitución de una Nueva Derecha que, entre otras cosas intentaba apropiarse de algunos símbolos y tradiciones que se guardaban en la memoria popular pero puestos al servicio de sus propios intereses…Carta abierta comprendió el sesgo esencialmente cultural de la batalla política; de la necesidad de quebrar el discurso de la derecha que se despliega desde los dispositivos mediáticos y que hace carne en el sentido común”(Forster, ídem). Desde el 25 de Mayo de 2003 en adelante, la batalla por la construcción del modelo nacional en la Argentina hacía indispensable la defensa del gobierno actual. No había ni espacio político en la sociedad, ni posibilidades estructurales de alternativas que no fueran por derecha.Pero en los meses posteriores al conflicto por las retenciones móviles, gruesos errores se siguen cometiendo desde la dirección kirchnerista, incorporando a la conducción de su construcción política a connotados personajes de la derecha, principalmente a través del PJ, con el fundamento por lo menos cuestionable, de que tiene un aparato electoral imbatible. Como lo demostró la batalla por las retenciones esto debilita el proyecto nacional, y en los momentos de confrontación lo pone al borde del quiebre. Entonces hoy es tan peligroso que la derecha se reagrupe en una propuesta política que la unifique y nos golpee sin tregua, como que nos vacíen desde adentro. La combinación de ambas es la que históricamente han utilizado las clases dominantes, para abortar la continuidad de los proyectos nacionales. Nuevamente la historia nos pone en esa encrucijada y tenemos el deber de decirlo con todas las letras. Mientras apoyamos la expropiación de Aerolíneas y la estatización del sistema de jubilaciones, hay que denunciar sin concesiones el veto a la ley de protección de glaciares, el blanqueo de capitales, y la insuficiencia de las políticas redistributivas.No podemos seguirle adjudicando al accionar de los multimedios el origen de todos los males, cuando se negocia con ellos el freno a la ley de radiodifusión. No debemos sobredimensionar gestos simbólicos, como la participación de Néstor Kirchner en el último plenario de Carta abierta, cuando llevamos seis años sin ser convocados jamás, ningún sector, propios o extraños, a ningún debate antes o post, sobre las políticas del gobierno popular.Hay un aprendizaje histórico que rechaza el doble discurso, los métodos clientelistas, la justificación de lo inexplicable, el amontonamiento con los que hasta ayer nos dieron pelea, la resignación a lo menos malo, en fin todo lo que tiene que ver con la forma de hacer política de los noventa. Ese aprendizaje está en nuestros barrios, en los colegios, en las universidades, en los espacios de los intelectuales, en los infinitos recovecos del campo popular. Allí hay que construir la continuidad consecuente de este proyecto nacional para que no que quede otra vez trunco. Es necesario, indispensable y posible.28/12/2008Isaac Yuyo RudnikMovimiento Libres del Sur(ir arriba)